Gobierno y oposición ya tienen tarea para su anunciado acuerdo sobre
desahucios. El Tribunal de Justicia de la UE ha declarado hoy
"incompatible" con la legislación comunitaria el sistema de ejecución
hipotecaria que se aplica en España.
En un dictamen preliminar, que servirá de base para una sentencia
inapelable, el Tribunal europeo exige que se conceda a los jueces
nacionales la posibilidad de suspender temporalemente un embargo o
desahucio mientras revisan si las cláusulas del contrato de crédito
afectado son abusivas o no.
Salvo en casos muy concretos, la legislación española obliga al juez a
tramitar la ejecución hipotecaria sin llegar siquiera a escuchar al
cliente. En un reciente informe del Consejo General del Poder Judicial,
algunos magistrados españoles reclamaron que se amplie el margen de
actuación de los tribunales para sopesar las circunstancias que
concurren en cada caso de desahucio. El Tribunal Europeo revalida hoy,
de manera prácticamente definiva, esa reivindicación.
A
aquellos ciudadanos que aún lo ignoraban, la crisis les está
demostrando que los mercados financieros son los principales
protagonistas del actual momento económico de Europa. Representan un
cambio fundamental: el poder ha pasado de los políticos a los
especuladores de Bolsa y a una cohorte de tramposos banqueros.
Cada
día, los mercados mueven sumas colosales. Por ejemplo, casi 7 billones
de euros, sólo en deudas de los Estados de la eurozona, según el Banco
Central Europeo. La decisión colectiva diaria de esos mercados puede
ahora derrumbar Gobiernos, dictar políticas y someter a pueblos.
El
drama, además, es que estos nuevos “amos del mundo” no sienten ninguna
preocupación por el bien común. La solidaridad no es su problema. Menos
aún la preservación del Estado de bienestar. La única racionalidad que
los motiva es la codicia. Especuladores y banqueros, movidos por la
avidez, llegan a comportarse como mafias, con mentalidad de aves de
rapiña. Y con una impunidad casi total.
Desde
que, en 2008, estalló la crisis –en gran parte causada por ellos–,
ninguna reforma seria ha conseguido reglamentar los mercados, ni meter
en vereda a los banqueros. Y a pesar de todas las críticas formuladas
contra la “irracionalidad del sistema”, el comportamiento de muchos
actores financieros sigue siendo igual de cínico.
Es
evidente que los bancos representan un papel clave en el sistema
económico. Y que sus actividades tradicionales –estimular el ahorro, dar
crédito a las familias, financiar las empresas, impulsar el comercio–
son constructivas. Pero desde la generalización, en los años 1990-2000,
del modelo del “banco universal”, que añadió toda clase de actividades
especulativas y de inversión, los riesgos para los ahorradores se han
multiplicado así como los fraudes, los engaños y los escándalos.
Qué sanciones recibieron los autores de tan nefasto engaño? Mario Draghi, ex vicepresidente de Goldman Sachs para Europa, al corriente por tanto del fraude, fue premiado con la presidencia del Banco Central Europeo (BCE)… Y Goldman Sachs cobró en recompensa, por el maquillaje de las cuentas, 600 millones de euros… Confirmando así un principio: en materia de grandes estafas organizadas por los bancos, la impunidad es la regla.
Le Monde Diplomatique y


